¿Cómo hacer un haiku?

Hacer un haiku puede resultar más complicado de lo que parece, básicamente, porque significa hacer poesía; y no todo el que escribe poesía logra, verdaderamente, hacer poesía con lo que escribe.

Antes de empezar a explicar cómo hacer un haiku conviene dejar claro un punto fundamental: qué es un haiku.

Definición de haiku

El haiku es un breve poema de 17 sílabas, de rima blanca, divididas en tres versos de 5, 7 y 5 sílabas, respectivamente.

Un poco de historia del haiku

Procede de Japón, donde, en su origen, formaba parte de una construcción poética mayor.

Antes de llamarse haiku, estos tres versos se conocían como haikai. El haikai era la parte introductoria de un tipo de estructura poética japonesa conocido como tanka.

El tanka se compone de cinco versos con las siguientes medidas: 5-7-5-7-7. Los tres primeros versos, el haikai, acabaron teniendo un protagonismo independiente del tanka, gracias al poeta japonés Matsuo Bashô y a la fusión entre la forma poética haikai y el estilo poético renga.

La fusión de ambos estilos daría lugar al conocido como Haikai-no-Renga.

El renga estaba formado por una sucesión de haikai y tenía un contenido humorístico. El poema introductorio de las creaciones renga, se denominaba hokku.

Matsuo Bashô empezó a dedicarse en exclusiva a crear hokku y a separarlo, paulatinamente, del resto del estilo poético Haikai-no-Renga.

Además, desprendió la tendencia irónica o humorística del hokku, al que Matsuo Bashô llamaba haiku, dirigiendo esta composición poética a una vertiente más espiritual.

De esta manera nacería el haiku -para Bashô lo mismo que el hokku- que poetas posteriores, como Massaoka Shiki, acabarían separando completamente del hokku.

En la actualidad se relaciona al hokku con la composición poética de contenido humorístico. Mientras, el haiku es la representación poética de la espiritualidad.

Ejemplo de haiku: 

Este camino
nadie ya lo recorre
salvo el crepúsculo. 

 Matsuo Bashô

Composición y contenido del haiku

El haiku es un suspiro poético destinado a transmitir, en el plano de lo espiritual.

Su composición es sencilla -que no, simple-, 17 sílabas divididas en tres versos, de 5-7-5 sílabas.

Tradicionalmente debía incluir un kigo (palabra que evocara la estación del año para la que se había compuesto el poema) y no tener rima, es decir, ser de rima blanca.

En la actualidad y en el mundo occidental, el haiku sigue conservando su estructura primaria de 17 sílabas, 5-7-5. Pero no necesariamente debe ser de rima blanca y no tiene por qué referirse a la naturaleza y las estaciones e incluir un kigo.

Ejemplo de haiku:

Ola por ola
el mar lo sabe todo
pero se olvida.

Mario Benedetti

Cómo hacer un haiku 

A la hora de hacer un haiku es importante tener en cuenta la expresión que se utilizó anteriormente: suspiro poético.

Son 17 sílabas las encargadas de contener un universo poético, en sí mismas. Es necesario, además, tener en cuenta las reglas de la poesía, relativas a los acentos y el recuento de sílabas, por lo que es preferible la utilización de palabras llamas, para finalizar los versos.

La inclusión o no de motivos estacionales o de la naturaleza -del kigo- dependerá de si el autor quiere ser fiel a la estructura original defendida por Shiki.

En ningún caso se utiliza la rima para el haiku. Pero, como resulta con todo, también es opción personal del que crea el poema el transgredir o no.

Ejemplo de haiku: 

Ésta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera.

Jorge Luis Borges

¿Es difícil?

No es simple, así que no es fácil.

Escribir 17 sílabas, sin rima, divididas en tres versos de 5-7-5, es tan sencillo que lo podría hacer cualquiera que sepa escribir y contar.

Conseguir que esas 17 sílabas encierren un universo poético que se expande a cada lectura, es otra historia.

El secreto para lograrlo es bien simple: leer a los autores de haiku y escribir, escribir y escribir haiku, hasta que se quede pegado a la piel. Hasta que sea tan parte de ti que sólo abrir la boca servirá para suspirar poéticamente en 17 sílabas.

Ejemplo de haiku:

Escarabajo

que maldice su suerte

de ser humano.

M. Olveira

Créditos de la imagen: Kevin Rosseel - Haiku